
Y acabando un año más, no puedo despedirme de él sin darle las gracias por un montón de cosas. Porque hasta en los momentos más complicados hay por lo que agradecer.
- Gracias por las acuarelas.
- Gracias por los libros.
- Gracias por la lentitud.
- Gracias por la salud.
- Gracias por el sol.
- Gracias por la terraza.
- Gracias por las calas blancas.
- Gracias por la paciencia.
- Gracias por la tecnología.
- Gracias por las celebraciones diferentes.
- Gracias por la piscina privada de los amigos.
- Gracias por los amigos.
- Gracias por las tostadas con tomate y aguacate.
- Gracias por el flan casero.
- Gracias por la buena compañía.
- Gracias por los tutoriales de internet.
- Gracias por las redes sociales.
- Gracias a los profesores.
- Gracias a las nuevas ideas.
- Gracias a las obras inesperadas.
- Gracias a las decisiones tomadas.
- Gracias a la publicación de mi libro.
- Gracias a las sinergias.
- Gracias a las pipas.
- Gracias al cine familiar.
- Gracias a los aceites esenciales.
- Gracias al Yoga.
- Gracias a los helados.
- Gracias a los vestidos largos.
- Gracias a los colores y las paletas.
- Gracias a las caminatas sola.
- Gracias a las caminatas acompañada.
- Gracias a los paseos de los cuatro.
- Gracias a los minerales.
- Gracias a las vacaciones inesperadas y diferentes.
- Gracias a los labios rojos.
- Gracias a las gafas.
- Gracias al mar.
- Gracias a los juegos de mesa.
- Gracias a los viernes.
- Gracias a las castañas.
- Gracias a la lectura al sol.
- Gracias a las nuevas oportunidades.
- Gracias.